Building resilience with communities of Guerrero

In response to the climate crisis, which disproportionately affects the most vulnerable populations, we are implementing a comprehensive recovery process in the municipalities of Malinaltepec and Cacahuatepec through four key action lines:

1. Reconstruction of reinforced traditional housing,
2. Access to water and ecological sanitation,
3. Sustainable recovery of livelihood crops,
4. Social organization and cooperative initiatives.

With these efforts, we aim to strengthen community resilience and self-management at all levels.

Malinaltepec

The community of Monte Alegre has launched the second phase of self-production of 23 reinforced housing. In Llano de Heno and Monte Alegre, in collaboration with the Intercultural University of Guerrero, we are promoting actions for forest care through reforestation processes and raising awareness about water conservation and safe sanitation systems. Participants have shown interest in eco-technologies to mitigate environmental damage. As one participant noted: “Dry toilets would help reduce the risk of harming the environment.”

Cacahuatepec

The communities of El Cantón and Cruces de Cacahuatepec are advancing in their comprehensive reconstruction processes. Each community successfully self-produced four educational houses, and families strengthened their right to adequate housing. Additionally, Integrated Risk Management and community resilience were bolstered through the participatory design of biofilters. Families learned about the construction, installation, use, and maintenance of biofilters to improve sanitation systems in their homes. They also collaboratively designed prototypes of kitchens and energy-efficient stoves to reduce the use of wood-based resources.

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En respuesta a la crisis climática, que afecta en mayor medida a las poblaciones más vulnerables, estamos llevando a cabo un proceso de recuperación integral en los municipios de Malinaltepec y Cacahuatepec, a través de 4 líneas de acción: 

1. reconstrucción de la vivienda tradicional reforzada, 
2. acceso al agua y saneamiento ecológico, 
3. recuperación de los cultivos medios de vida de manera sustentable,
4. organización social-cooperativismo. 

Con ello, apostamos al fortalecimiento de la resiliencia y la autogestión de las comunidades en todos los niveles.

Malinaltepec 

La comunidad de Monte Alegre arrancó con la segunda etapa de autoproducción de 23 viviendas reforzadas. En Llano de Heno y Monte Alegre,  con la participación de la Universidad Intercultural de Guerrero, impulsamos acciones por el cuidado del bosque a través de procesos de reforestación y acciones de sensibilización sobre el cuidado del agua y sistemas de saneamiento seguro. Las personas mostraron su interés en las ecotecnias para disminuir los daños. Así como expresó una participante: “El baño seco nos ayudaría a disminuir el riesgo de afectar el medio ambiente”

Cacahuatepec

Las comunidades de El Cantón y Cruces de Cacahuatepec avanzan en los procesos de reconstrucción integral. Cada comunidad logró autoproducir 4 viviendas-escuela  y las familias fortalecieron su derecho a una vivienda adecuada. Además, se fortaleció la Gestión Integral del Riesgo y la resiliencia de las comunidades por medio del diseño participativo de biofiltros.  Las familias aprendieron sobre la construcción, instalación, uso y mantenimiento de biofiltros, para mejorar los sistemas de saneamiento en sus hogares. También diseñaron participativamente un prototipo de cocina y de estufas ahorradoras para disminuir el uso de bienes maderables. 

THANKS TO YOUR CONTRIBUTION 

And thanks to community organization, with the social and technical support of Cooperación Comunitaria, we celebrate the delivery of the first 13 reinforced traditional houses in Monte Alegre.

The women participants expressed their satisfaction with the adobe system: “The earth is a combination of elements (clay, sand, stone, water, and air) that is moldable (...). It’s the local material, our ancestors have always built with it; it’s more durable, and it regulates temperature changes.”

Throughout the process, families have participated in several workshops, creating learning opportunities about safe settlement, as a participant affirms: “For a safe settlement, you shouldn’t build on a slope, on fill, near the river, or where there are cracks, nor where there are trees or close to the hill or cliff… Build where the ground is level (...) to prevent landslides, we must plant trees.”

The process helped affirm everyone's right to adequate housing, as one participant recalls: “HumanRights are the rights we have as people, as individuals who are part of a society (...), each person has the right to a house in good condition (...) a house for us, for our children (...) it must be our house, not borrowed or rented.”

Finally, to roof the houses, we carried out “tequios” (community work), where families get involved and provide services for the common good, which brings many benefits to community cohesion, as one participant shares: “The tequios were beneficial; that’s where you see teamwork, which was the goal from the beginning.”

In terms of building materials, the housing built this way is structurally reinforced, and therefore less vulnerable to climatic and natural phenomena. It’s suited to family and productive activities, and has a much lower environmental impact compared to industrialized housing, increasing the resilience of communities. As another participant mentions: “I like my new house because it’s being plastered and it’s turning out well. I like it because it’s different from the adobe house I had before. I find it prettier because it’s more reinforced.”

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GRACIAS A TU CONTRIBUCIÓN

Gracias también a la organización comunitaria y con el acompañamiento social y técnico de Cooperación Comunitaria, celebramos la entrega de las primeras 13 viviendas tradicionales reforzadas en Monte Alegre. 

Las mujeres participantes expresaron su satisfacción hacia el sistema de adobe: “La tierra es un conjunto de elementos (arcilla, arena, piedra, agua y aire) moldeable (..) Es el material local, los ancestros siempre han construido con él, son más duraderos, mantiene los cambios de temperatura”. 

A lo largo del proceso, se realizaron algunos talleres para dar acompañamiento social y técnico a las familias, generando aprendizajes en cuanto a un asentamiento seguro, como afirma uno de los participantes: “Para un asentamiento seguro, no se debe construir sobre una pendiente, sobre rellenos, cerca del río o dónde hay grietas, tampoco donde hay árboles o cerca del cerro o el barranco… Construir donde está parejo (...) para prevenir los deslaves debemos sembrar árboles”.

El proceso sirvió para afirmar el derechos de todas las personas a una vivienda adecuada, como recuerda una de las participante: “Derechos humanos son los que tenemos como personas, como individuos que formamos parte de una sociedad (...), cada quien tiene derecho a una vivienda en buen estado (...) una vivienda para nosotros, para nuestros hijos  (...) debe ser una vivienda de nosotros, que no sea prestada ni rentada."

Finalmente, para techar las viviendas se realizaron los tequios (trabajo comunitario) donde las familias se involucran y prestan servicios para el bien común, y que tiene muchos beneficios para la cohesión comunitaria, como nos platica una de las participantes: “ los tequios sí fueron beneficiosos, allí se ve el trabajo en equipo, lo que desde un principio se estaba buscando”. 

Del lado del material constructivo, la vivienda así realizada es reforzada estructuralmente, y por lo tanto menos vulnerable a fenómenos climáticos y naturales; es adecuada a las actividades familiares y productivas; tiene mucho menor impacto ambiental con respeto a las viviendas industrializadas, aumentando la resiliencia de las comunidades. Así lo refiere otra participante:  “Me gusta mi nueva casa porque ya la están revocando y está quedando bien. Me gusta porque esta es diferente de la casa de adobe que tenía yo antes. Se me hace más bonita porque está más reforzada”